martes, 1 de octubre de 2013

¿Cómo la diabetes afecta el Páncreas?



La diabetes es una condición médica caracterizada por alta cantidad de azúcar en la sangre y un pobre rendimiento de insulina. 

Un diagnóstico prematuro de la enfermedad es la clave para prevenir complicaciones sistémicas (en todo el cuerpo) mayores. La diabetes de larga data o poco controlada aumenta el riesgo de un daño significativo a los órganos incluyendo el corazón, el hígado, los riñones y el páncreas.

Sobreesfuerzo pancreático en Diabetes Tipo 2

Un sostenido alto nivel de azúcar en la sangre es común en la diabetes tipo 2. La sangre con exceso de azúcar pasa a través del páncreas gatilla una liberación de insulina de un grupo especializado de células llamadas "células beta". La insulina intenta eliminar el azúcar del torrente sanguíneo llevándola hacia el tejido corporal, especialmente a los músculos. Sin embargo, la resistencia a la acción de la insulina en los tejidos corporales impide que la sangre elimine el azúcar. Como consecuencia de esto, las células beta son sobreexigidas, pero fallan en su intento de disminuir el azúcar en la sangre debido a la incapacidad de los tejidos de absorberla.

Complicaciones

Una hiperglicemia (alto nivel de azúcar en la sangre) sostenida aumenta las grasas en la sangre. La exposición crónica de las células beta a las grasas de la sangre traería como consecuencia la reducción de la producción de insulina y también un efecto inflamatorio. Aunque no es bien entendida, la inflamación crónica aparece y parece dañar los genes que se usan en la producción de insulina y posiblemente destruye las células beta completamente.

Agotamiento pancreático

Con el paso del tiempo, la toxicidad del torrente sanguíneo y la exigencia de las células beta para compensar se vuelven extremas. Incluso si la resistencia de los tejidos es médicamente manejada, las células eventualmente se pueden fatigar. Algunas prescripciones de droga obligan al páncreas a aumentar temporalmente la producción de insulina, pero finalmente las células beta se agotan. En este caso, las inyecciones de insulina o el bombeo externo y otros medicamentos se vuelven obligatorios para restablecer los valores adecuados de azúcar y grasas en la sangre.

Destrucción pancreática en diabetes Tipo 1

En la diabetes tipo 1, por razones desconocidas, las defensas inmunológicas del cuerpo destruyen las células que generan insulina en el páncreas, a temprana edad. Reparar o regenerar esas células en el cuerpo es imposible, de modo que nunca podrá ser producida la insulina. Por esta causa, la insulina debe ser entregada con una inyección o con una bomba externa durante toda la vida del diabético.

Células pancreática menos afectadas

En el páncreas existen varios otros tipos de células que experimentan un impacto menos negativo con la diabetes y a veces pueden ayudar a tratar la enfermedad. Entre ellas se encuentran las células alfa, cuyo rol es aumentar el nivel de azúcar en la sangre, y la células acinos, cuyas funciones se relacionan con la digestión. Como estas células se mantienen funcionales en los diabéticos, los investigadores buscan determinar si ellas (particularmente las células acinos) pueden ser reprogramadas para producir insulina para las personas que carecen del funcionamiento de las células beta.


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